Una gran responsabilidad

Muchos de nosotros hemos tenido la oportunidad de ser mentores o ser discípulos.

Nuestra experiencia probablemente venga desde el hogar, en que nuestros padres nos apoyaban en los retos que se nos venían adelante, algún tema de investigación para una tarea o algún material que tuviéramos que preparar.

Mentor e instructor

Es fácil confundir los roles entre mentor e instructor. 

  • El Mentor nos apoya con su experiencia y fomenta que encontremos la mejor solución de acuerdo a nuestros intereses. 
  • El Instructor nos explica un proceso y nos da los pasos para hacer una tarea.

El mentor podría caer en querer ser instructor, por lo que no estaría contribuyendo completamente al crecimiento de su discípulo.

El primer mentor que recuerdo haber tenido fue mi papá. El estilo que practicaba con mis hermanas y conmigo, era de alentarnos a investigar y a cuestionar el por qué de las cosas.

En aquel entonces no lo entendía, pero hay una frase que dice “Qué razón tenías papá”. Ahora que yo como padre, procuro que mis niños busquen soluciones y comparto con ellos las experiencias que he tenido.

Para ejemplificar la frase, “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, quiero compartirles 2 experiencias que tuve.

Primera, hace varios años tuve un jefe que se jactaba de que era un buen mentor para sus subordinados y él contaba una anécdota en que él le dijo a un ingeniero que lo iba a tomar como discípulo, pero que se tenía que aguantar de lo que le pusiera. El estilo que yo identifico ahora en mi exjefe es el de instructor. No se preocupaba por el crecimiento de la persona, sino que quería enseñarle a hacer las tareas a como él las necesitaba.

Segunda, más reciente, un ex-compañero de trabajo se acercó conmigo pidiendo apoyo porque se encontraba en un bache laboral, en que sentía que estaba desactualizado en las tecnologías. Después de escucharlo lo ayudé a hacer un plan para cambiar su estado de ánimo y poder mejorar en sus habilidades, de acuerdo a los intereses que él tenía. Pudo haber sido fácil darle una serie de actividades para que las realizara y definir fechas, como si se tratara de cualquier trabajo. En cambio, tomé el rol de Mentor para poder ayudarlo con los intereses y preocupaciones que tenía.

Conclusión

Creo que como Mentores, tenemos el gran poder de ayudar a nuestros discípulos y ese poder hay que usarlo con responsabilidad.


Un gran poder conlleva una gran responsabilidad - Tío Ben. Hombre Araña.


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