Ni tanto que queme al Santo, ni tan poco que no lo alumbre
Poco a poco la tecnología se ha vuelto parte cotidiana para todos nosotros.
Específicamente en comunicación, en los 80’s la tecnología que teníamos era de forma alámbrica. Todos los teléfonos estaban conectados a la línea terrestre y la forma de hacerlos móviles era que tan largo teníamos el cable.
Al evolucionar los medios de comunicación y con las investigaciones de las empresas el siguiente paso fueron los radios y los localizadores. Por mi trabajo, a mi me tocó usar un localizador, aproximadamente en 1997. Esto permitía que mediante un mensaje yo estaría comunicado de alguna emergencia en cualquier lugar, siempre que hubiera recepción.
Anteriormente si no estábamos en casa, no nos podrían localizar.
Como anécdota, mi papá no era partidario de tener teléfono en la casa y de su trabajo iban en carro a buscarlo a la casa cuando había problemas.
Ya en los 2000’s, se comenzó a popularizar el uso de los teléfonos celulares. Si bien los primeros modelos datan de 1973. Esto permitió que en cualquier momento pudiéramos estar comunicados.
Uso y abuso
A la mayoría de las tecnologías que surgen se les encuentra un uso comercial y otro de entretenimiento.
Cuando utilizamos el celular en el trabajo nos puede ayudar a tener soporte disponible en todo momento. También, gracias a la capacidad de los equipos telefónicos, contamos con un equipo de entretenimiento en la palma de nuestra mano. Desde Candy Crush, Facebook, Cámara fotográfica, equipo de videoconferencia y más.
Los problemas comienzan cuando abusamos del uso de un dispositivo dentro y fuera del trabajo.
Existen varios estudios formales e informales que se han hecho que muestran resultados alarmantes.
En algunos se menciona que una persona puede llegar a tocar su celular más de 2,000 veces en un día, lo que equivale a unas 3 horas de uso. Puede parecer algo exagerado el número, pero si pensamos en los mensajeros, escuchamos una notificación y tocamos la pantalla para ver el mensaje, consultas al reloj, el clima, etc.
Otro estudios comentan que los milenials pasan 7 horas pegados al teléfono, y buena parte de ese tiempo en redes sociales.
Los problemas que podemos encontrar en las empresas pueden ser baja productividad incluso problemas de seguridad.
Imaginen que estamos diseñando un producto nuevo y alguien toma una foto, posteriormente la sube a internet y como resultado se da a conocer antes de lo planeado.
Algo similar pasó al ejército de los Estados Unidos en que los soldados se tomaban fotos y las subían a Internet. El problema estuvo en que los nuevos dispositivos agregan las coordenadas a las fotos, al subir esas fotos a internet, los terroristas tuvieron acceso a la coordenadas de las bases secretas del ejército y pudieron hacer un plan para atacarlas.
Conclusión
El uso y abuso de los equipos electrónicos puede comprometer la confidencialidad de una empresa e incluso la vida de las personas. Y es casi imposible restringir completamente el uso de estos dispositivos. Por lo que debemos promover un uso responsable.
En ocasiones el uso de los dispositivos se puede considerar un vicio, por lo que aplica aquella frase: Nada con exceso, todo con medida.
Ni tanto que queme al Santo, ni tan poco que no lo alumbre. - Refrán popular
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